Lo que creemos de nosotros mismos y de la vida, llega a ser nuestra verdad
¿Cómo cambiaría tu vida si no te dejaras manipular por esos miedos y pensamientos negativos que te limitan y te juzgan? Esos que te obligan a seguir con una relación de dependencia, esos que hacen ocultar quién eres y qué puedes aportar, esos que te hacen que no te atrevas a poner límites con personas que se aprovechan de ti; esos que te frenan para montar ese negocio pendiente…
Nos analizamos, nos juzgamos y no siempre lo hacemos de la forma más adecuada, si no bajo nuestra propia subjetividad. La autoestima está en el ser, en cómo soy o cómo veo y me siento conmigo mismo. Los mensajes que te mandas a ti mismo… al final se transforman en creencias, y te dan o te quitan el poder de lo que puedes conseguir. Es la percepción que tenemos sobre nuestra valía y va a influir en nuestro rendimiento y en nuestra relación con el mundo y con nosotros mismos Debemos cuidarla y mantenerla porque de ella dependerá lo que queremos conseguir de nosotros mismos
La subjetividad, o nos lleva a ser positivos en nuestra vida, o a alimentar esos miedos que nos impiden realizar nuestros sueños. Las principales causas de frustración, bloqueo y miedo es justamente la falta de autoestima.
Cuando atravesamos un momento difícil, vamos haciendo interpretaciones de nuestra mala experiencia y sin darnos cuenta, nos vamos formando una serie de creencias y percepciones negativas sobre nosotros mismos. Sólo es una creencia, es nuestra propia interpretación sobre la realidad y por lo tanto, se puede modificar. Es importante aceptarnos, hacernos conscientes de que tenemos unas debilidades y fortalezas y responsabilizarnos de cómo mejorar esos puntos débiles y optimizar nuestros puntos fuertes. Así desarrollaremos nuestro bienestar emocional y una mejor estabilidad para conseguir nuestros retos.
La autoestima es el concepto que tenemos de nosotros mismos. Supone aceptarnos, respetarnos, atendernos y amarnos por ser quien somos. Cuando nos queremos y nos valoramos, proyectamos buenas vibraciones y esto de alguna manera se proyecta hacía los demás y nos hace tener relaciones afectivas enriquecedoras.
Identificar el origen de nuestra baja autoestima es el primer paso. Puede resultar duro al principio, pero así estaremos seguros de que estamos tratando el problema de raíz, y no poniendo parches a síntomas del verdadero problema.
Si crees que tienes baja autoestima, acompañarte de sesiones de coaching personal pueden ayudarte a ser consciente y descubrir cuáles son tus creencias limitantes. Las preguntas poderosas del coaching te harán consciente y te ayudarán a pensar, y a replantearte ciertas creencias que tenías hasta el momento y que quizás ya no te sirven.